sábado, 5 de abril de 2014

Erase una vez hace 20 años.

Hace 20 años no había tanta tecnología agobiandonos, el mundo era algo distinto, los jóvenes estaban hastiados y no veían el futuro claro, en México el candidato a la presidencia era asesinado. El mundo no imaginaba los cambios que iban haber. Había motivos para estar y razones para no estar. Existía un músico de ojos azules que lo único que deseaba era dar a conocer su música, no pretendía tener fama, quería estar lejos de los reflectores, pero era algo que no podía controlar.

Hace 20 años los músicos tenían un sentido en lo que hacían y decían, la música era más sincera, los trabajos eran honestos. El rock unía a toda una generación en un solo movimiento, en un solo ritmo, las camisas de franela eran la bandera de esa generación que quería respuestas y cuestionaba el sistema.
 Hace 20 años el grunge estaba en su apogeo, el MTV transmitía vídeos y ponía de moda los famosos Unplugged, las revistas eran valoradas por sus contenidos musicales, era indispensable tenerlas para estar informado acerca del mundo de la farándula. No existían las descargas, lo que le daba más trascendencia a los discos o en su defecto los cassettes piratas, era importante conseguir físico el documento musical para apreciar el arte.
Hace 20 años la vida que teníamos era muy diferente, nostalgia, quizá. Kurt decidió terminar la tensión que le generaba la fama con un disparo, un disparo que término de tajo con el llamado grunge, muchos jóvenes se quedaron a la deriva, sin futuro, sin sonido, se quedaron en el umbral del nuevo siglo.

Los tiempos han cambiado, los jóvenes actuales continúan a la deriva, expuestos, la música parece que pierde sentido, pero el legado musical y el malestar que reflejan las letras del extinto grunge ahí sigue, ahora puedes descargar las canciones, traerlas en un minúsculo reproductor que dista por mucho del estorboso walkman o discman, puedes ver los vídeos con subtítulos en el internet, la tecnología te ayuda a entender un poco más las cosas o te ayuda a estar más aislado de una realidad cambiante. Las camisas de franela ahora solamente son una prenda de temporada, los pantalones rotos los encuentras en las tiendas de prestigio. Courtney se ha gastado en jeringas la herencia que sin querer dejó Cobain. Sólo queda ese mensaje raro de Paz, Amor y Empatía.


En este año se conmemoran los 20 años del suicidio del cantante de los ojos azules, en este año Nirvana será inducido al salón de la Fama del Rock y el 10 de abril en la ciudad de Seattle será el día oficial de Nirvana. La música continuará sonando siempre y cuando alguien quiera ponerle play en su reproductor, la vida continuará en retroceso y los jóvenes seguirán buscando respuestas en un mundo que no les ofrece ningún futuro alentador, las generaciones unidas por un movimiento cultural tal vez ya no las veremos y únicamente nos queda la nostalgia de aquella época que era un poco más sincera. No sólo murió Kurt con esa escopeta, murieron todos aquellos que de alguna u otra forma creían en sus letras y en las guitarras rasposas que acompañaban su desgarrada voz. Descanse en Paz, si es que logró encontrar La Paz en el limbo de los músicos. 

Es mejor 

No hay comentarios:

Publicar un comentario